Parc Bosc de Figueres, una parada verde del Patrimonio Arquitectónico catalán

El parque o Parc Bosc que se encuentra en el centro de la ciudad de Figueres, que se ubica en el extremo noreste catalán y es un centro muy accesible por la variedad opciones de comunicación. Es un parque-bosque que administra la municipalidad y que conserva por una parte, árboles agrupados en un estado espontáneo y salvaje y además, zonas de juegos infantiles y de deporte.

Es un parque que se incluye dentro del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña, que es ideal para pasear y hacer distintos deportes. Su diseño es muy llamativo, ya que se ordenó con escaleras principales que conducen a los visitantes a una gran plaza central y desde allí, igual pueden hacer distintos recorridos por todo el parque gracias a distintos caminos dispuestos en su diseño.

En 1917 el proyecto de este parque es creado por Ricard Giralt y Casadesús y en el año 1920 se inició su construcción, pese de varios obstáculos políticos que impedía que se iniciaran las obras, pero se inició con la plantación de distintos árboles, actividad donde participaron los ciudadanos de Figueres.

Después, en el año 1926 Palai Martínez Paricio impregna su ímpetu juvenil al diseño de una escalera lujosa con ornamentos muy llamativos que facilitó la entrada al parque y luego, Joaquín Cusí decidió ampliar y mejorar el espacio del parque y realizó una donación cinco años más tarde de unos terrenos que igualmente se utilizaron en pro del bienestar de la ciudad.

Ahora, funciona durante las 24 horas del día y está muy bien cuidado para la recreación de los habitantes de Figueres. Por estar en el centro de la localidad, es un punto de comunicación y de parada obligada para los viajeros que pasan por la frontera entre Francia y España, quienes se relajan con su manantial de pared y ambiente verde.

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